
El bullying es una forma
de maltrato que se da en las escuelas entre nos niños. Este maltrato
puede ser psicológico, verbal o físico. Se caracteriza por darse en forma
constante a lo largo del tiempo. Si bien hay un sin número de razones por
las cuales esto puede ocurrir, las más comunes son por cuestiones de apariencia
o de status social. Los padres tienen que estar muy atentos a estas
circunstancias, especialmente porque los niños que están siendo maltratados
tienden a no querer hablar del tema. Estos niños sienten que no van a ser
comprendidos, que van a ser juzgados como débiles o cobardes, creen que los van
a rechazar o hasta a castigar por lo que les ocurre. Adicionalmente,
tienen mucho miedo a las represalias si llegan a hablar. De allí, que los
padres tienen que prestar mucha atención a los cambios emocionales y de
conducta de sus hijos. Los padres tienen que escuchar entre líneas a sus
hijos, no quedarse solo con lo que ellos verbalizan. Si los ven ansiosos,
nerviosos, preocupados, si escuchan que no quieren ir a la escuela, si observan
conductas autodestructivas (fumar, tomar, etc.), lesiones en su cuerpo o cambios
de hábitos alimenticios o en el dormir, estamos en presencia de alertas que no
podemos ignorar. Cualquiera de estas circunstancias son señales que
tenemos que evaluar. Para lo cual, debemos conversar con nuestros hijos.
El primer paso antes de hablar con ellos es concientizarnos que el tema
que vamos a hablar es un tema doloroso para nuestros hijos. Nuestros
hijos están sufriendo. No necesitan retos, ni juicios, ni críticas.
Debemos acercarnos a ellos con un corazón empático, transmitiéndoles que
entendemos lo que les pasa que queremos ayudarlos. El segundo paso, es
actuar. No basta con conversar con ellos. Tenemos que intervenir
involucrando a la escuela. Este tipo de conflicto no lo van a poder
resolver los padres solamente. La realidad es que los padres no van a
estar en la escuela para cuidar de su niño. De allí que es imperioso
contactarse con la escuela para armar un plan en forma conjunta.
Simultáneamente, los
adolescentes tienen que saber que la ignorancia es una estrategia a seguir
cuando están siendo maltratados. Es importante que no entren en
conversaciones, discusiones verbales o altercados físicos con quienes los están
agrediendo. Además, tienen que buscar rodearse de amigos sinceros y
honestos. En caso que no tengan amigos, que comiencen a realizar
actividades donde puedan conocer y conectarse con otros chicos. Es muy
importante que no anden solos, especialmente en la escuela. Por último,
que practiquen ganar confianza en ellos mismos. Para ganar confianza en
uno mismo, hay que sentirse a gusto. La pregunta que los adolescentes
tienen que hacerse es: "que cosas me hacen sentir bien?" Responder a
esta pregunta y hacer algo al respecto. Si le gusta tocar la guitarra que
comience clases de guitarra, si le gusta bailar que se anote en una clase de
danza, zumba, jazz, si le gustan los deportes que se anote en algún club
cercano, si le gusta pintar que participe de talleres de arte, si les
gusta leer que participen de una biblioteca y de reuniones de lectura.
Hacer algo que nos gusta nos hace sentir bien y sentirnos bien nutre nuestra
confianza. La confianza que nuestros hijos tengan en ellos mismos es una
de las mejores formas de prevenir maltratos.
A continuación la Entrevista sobre este tema por Noticiero 47 - Primera Edición: